marta, popi y manzanillo

Yo amaba a Popi, una calabaza con ojos. Manzanillo era un burro y burro ya había tenido y perdido uno. Mi tía Encarna pensó que una muñeca era lo propio para una niña de ocho años. Copió meticulosamente a Marta, la de "La casa del reloj", sacó los patrones, cortó las telas, cosió sin descanso. A mi hermana le hizo un payaso que daba miedo si lo mirabas a partir de media noche. Como con cada cosa nueva que llegara a casa, mi madre insistió en hacerme una foto. Mientras mi padre me inmortalizaba feliz, yo pensaba en Popi. Nunca hubo sonrisa más falsa.