aprendiz de equilibrista

Vicente me envía una foto de Álvaro en el burrito, no sentado, en pie sobre el lomo, y me acuerdo de Picasso y hasta de Degas. Cuando le pido unas palabras para acompañar la imagen, escribe:

Simplemente esto:
Álvaro tiene los ojos tan grandes
que el mundo le baila en ellos.